Román Jackobson expone en 1960, su modelo de comunicación. Para la Lingüística Funcional (de la cuál Jakobson es
uno de sus exponentes) la lengua es un sistema funcional producto de la
actividad humana y la finalidad de la lengua consiste en la realización de la
intención del sujeto de expresar y comunicar.Para él la comunicación es un proceso con propósitos
determinados por el emisor poseedor de intenciones en cuanto a la recepción que
quiere que se tenga de su mensaje.
Este modelo tiene una composición más sencilla, consta de cinco elementos muy importantes en el proceso de comunicación:
El emisor: Corresponde al que emite el mensaje.
El receptor: Recibe el mensaje, es el destinatario.
El mensaje: Es la experiencia que se recibe y transmite con la
comunicación.
Pero para que el mensaje llegue del emisor al receptor se necesita
además de:
El código: Es lingüístico, que consiste en "un conjunto organizado
de unidades y reglas de combinación propias de cada lengua natural".
El canal: Es el que permite establecer y mantener la comunicación entre
emisor y receptor.
El aporte que realiza Roman Jakobson desde la lingüística y
las funciones del lenguaje que desarrolla pone de manifiesto la riqueza
comunicativa del lenguaje en si mismo. Cualquier discurso dice muchas más cosas
de las que parece enunciar en primera instancia. Con el lenguaje persuadimos,
establecemos lazos sociales, construimos nuestras propias realidades,
etc.
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